
Mi gusto por la lectura nació gracias a un corazón roto, gracias a un desamor; vale aclarar que no fue mío, una de mis hermanas mayores, estaba atravesando su primera decepción amorosa, sí, así es, la primera, luego con los años llegaron más, pero esa es otra historia, no recuerdo la edad que tenía mi hermana en ese tiempo, creo que 17 o tal vez más, salía con un chico un poco mayor, él era inteligente, tenía un buen sentido del humor y era guapo, eso decía ella, yo nunca lo conocí, mi hermana se enamoró perdidamente de él, al parecer las cosas no funcionaron y decidieron terminar su relación, pero por la tristeza que se le veía a mi hermana creo que la decisión fue más de él que de ella, así que ahí estaba mi hermana, tratando de borrar de su cabeza todos los recuerdos que tenían juntos, tratando de recuperar los trozos de su corazón para armarlo de nuevo y la mejor fórmula que encontró para llevar esto acabo fue la lectura, empezó con Sábato, se leyó todas sus obras, luego siguió con los libros de Homero y mientras ella leía yo la observaba, miraba como sin terminar un libro ya tenía 4 libros más de la biblioteca esperando ser leídos, esto duró varias semanas, tanto así que yo llegue a pensar que ella seguía triste no por terminar con su novio, sino porque los libros estaban causando esa tristeza en ella, así que empecé acompañarla en sus lecturas, aunque para mí era más divertido estar afuera, corriendo y jugando, pero decidí acompañarla, empecé a leer a su lado, necesitaba entender por qué seguía triste, así que pasábamos horas enteras leyendo, cada día que pasaba yo veía cómo iba llenando las gritas de su corazón roto con las palabras de esos libros, su semblante empezó a cambiar, su fórmula dio resultado y un día simplemente mi hermana dejó de traer tantos libros a casa y continuó con su vida como lo hacía antes, así que gracias al primer desamor de mi hermana yo conocí el mundo de la lectura, descubrí lo mágico que es perderme entre las páginas de un buen libro y lo sanadores que pueden llegar a ser y todo gracias a un corazón roto.
Deja una respuesta