
Ayer estaba leyendo algunas de las cartas que te he escrito, no me había percatado de que fueran tantas, duele saber que nunca te las entregaré, que jamás las leerás, pero aún así te escribo y creo que lo seguiré haciendo, seguiré tratando de convertir lo que siento en letras, así salgan un poco rotas, así sean un poco torpes, pero te seguiré escribiendo, tal vez esto me hace pensar que solo estas de viaje, que tal vez un día regresarás, que llamarás en la tarde, que te veré de nuevo, que te abrazaré fuerte y jamás te soltaré, pero luego regreso a la realidad, a esa realidad donde pesa tu ausencia, a esa realidad fría y solitaria, a esa realidad sin ti, y duele, tengo que admitirlo, duele mucho, es un dolor tan fuerte y profundo que solo se siente en el alma, porque la carga suele ser tan pesada que el cuerpo no puede con ella.
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