
Un día me di cuenta de que mis sueños eran más grandes que yo, pedían y exigían más de lo que yo podía dar en ese momento, ese día vi como mis sueños tomaron alas y volaron muy alto, yo de terca y testaruda intenté alcanzarlos, así que corrí, corrí con todas mis fuerzas, corrí hasta que mis piernas no podían dar un paso más y cuando les vi alejarse definitivamente, se me arrugo el alma, se me quebró la voz, se me humedecieron los ojos y me quede ahí, esperé, no sé cuánto tiempo lo hice, solo sé que esperé, tenía la ilusión de que algo sucedería, de que tal vez ellos regresarían, pero no paso, así que tenía dos opciones seguir una causa perdida o tomar la decisión de tejer nuevos sueños, opté por la segunda, tejí nuevos sueños y mi hice un par de alas.
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